(La República). Tras cumplirse
el sétimo aniversario del Partido Nacionalista Peruano, los sociólogos Hugo
Neira y Carlos Reyna analizaron el grupo fundado por el presidente Ollanta
Humala y su esposa Nadine Heredia, y coincidieron en que éste juega un papel
secundario respecto del gobierno de su líder.
Reyna explicó que ese
"papel secundario" es más evidente porque se trata de un partido que
no tiene una institucionalidad adecuada.
En palabras de Neira, ocurre
que el PNP logró llevar a Humala al poder, pero una vez en el gobierno se
encontraron con que no estaban muy bien articulados como estructura política y
el partido terminó siendo un aparato político electoral que no cuaja en una
organización permanente.
"El problema que hoy
tiene Humala es parecido al que tuvo Toledo: su partido le sirve en el momento
electoral, pero no le sirve después porque no llega a ser un aparato político,
no funciona como una correa de transmisión entre los que están arriba (del
gobierno) y los que están abajo", dijo.
Para Reyna, no obstante, la
"tecnocratización de los gobiernos es un fenómeno muy común en América
Latina, porque los partidos asumen que el gobierno le corresponde al
presidente, no al partido".
Indicó que esta situación
debilita al partido, por lo tanto, es probable que tras el gobierno de Humala,
el PNP coloque pocos congresistas, como sucedió con Perú Posible tras el
gobierno de Toledo, y con el Apra tras el gobierno de García.
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