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(Foto: Pachamama Radio).
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–Dices que recordar es morir. Ella expresa añoranza por lo que en un
momento fue la política y el periodismo, que todavía combinaban la inteligencia
con la decencia, la posibilidad de que los peruanos podamos ser mejores. ¿Qué
cosa crees que ha pasado?
–Lo que creo que pasó es que en un momento dado la
educación pública colapsó y no se ha reconstruido. Es a partir de ese naufragio
que nuestros valores y nuestros referentes culturales cambian, y desaparece la
inteligencia de los medios de comunicación. Ahora, en el último periodo, lo que
ha pasado es que el poder económico ya no tiene intervención ni asiento en los
directorios de los medios de comunicación, porque ahora el poder económico es
la gran prensa. Entonces, claro, el divorcio con la inteligencia, la cultura,
es absoluto; es una separación violenta la que se ha dado aquí. En pocos países
de América Latina esta vieja convivencia entre el talento, la inteligencia, la
cultura y los medios de comunicación se ha interrumpido de un modo tan brutal
como en el Perú.
––¿Humala, qué es? ¿Cómo lo defines en este año de gobierno?
–Yo creo que ya es tiempo de ser cautelosamente cruel
con Humala, respetando la investidura que representa. Humala es nada, es una
suerte de continente en el que cabe todo; es un recipiente en el que puedes
poner todo lo imaginable.
–¿Ése es el principal riesgo en torno a lo que se puede venir?
–Humala está convencido de que el sistema y sus
mentores son inamovibles, y de que el poder económico no es su socio sino el
poder, y que él es un administrador, una suerte de gran gerente con ciertos
poderes; no el Presidente del Directorio, sino implemente el gerente ejecutivo
de un gran país que se llama Perú, Marca Perú. En esa perspectiva, depende de
las exigencias del Directorio. Si mañana éste le solicita más sacrificios,
mayores ganancias y mayores tasas de retorno, el señor ajustará, no tengo
ninguna duda. Él ya está convencido de que el Perú es una gran empresa con un
horizonte determinado, con un cauce absolutamente inamovible, y que él tiene
que trabajar en esa perspectiva. El Presidente de la República ha dejado de ser
el Presidente de la República y se ha convertido en el administrador.
–Hace unas semanas, uno de los mandamases de Newmont salió a decir que
no hay condiciones para Conga. Y luego Humala y Juan Jiménez anunciaron que “se
suspende Conga”.
–Creo que es una retirada estratégica, que van a
volver, que van a utilizar esos dos años mientras hacen los reservorios. Y
claro, la pregunta es: ¿Y si esto ya no va, cómo están invirtiendo millones y
millones en dos reservorios gigantescos que son parte de los otros ocho que van
a hacer? Quieren utilizar estos dos años para enamorar a Cajamarca de una
manera mucho más disciplinada, orgánica, con el presupuesto en la mano, y
neutralizando al partido del cura Arana. Entonces, van a utilizar estos dos
años para un trabajo de seducción. Cumplidos estos dos años Conga regresa, no
tengo ninguna duda, y es un buen plan. Éste no es el plan de Humala; éste, como
dices, es el plan de Newmont, bastante bien asesorado. Es un plan perfecto.
–Dos mil catorce, elecciones regionales, otro contexto político.
–Es que de repente Santos, sin Conga, ya no es Santos,
deja de existir. Porque Santos es un líder “anti”, mucho más que proganadero.
Yo nunca he visto a Santos junto a una vaca; yo lo he visto en la laguna
protestando. Le quitas el “anti” y se queda colgado de la brocha. Ése es el
problema, y eso lo ha visto alguien más inteligente que el Gobierno, y entonces
Conga regresa en dos años, no tengo duda.
–Alguna gente vinculada al Movadef y a Sendero, desde la educación u
otros lados, está tratando de generar actos políticos muy concretos. ¿Qué te
parece la manera de afrontar el tema? La respuesta del Primer Ministro ha sido
sacar una Ley del Negacionismo.
–Yo no estoy de acuerdo con ninguna ley sobre el
negacionismo. Me parece un atentado contra la libertad de expresión, que es
aquella que emiten nuestros adversarios. El derecho a emitir una opinión tiene
que ser un derecho inalienable. En segundo lugar, yo sí creo que el Movadef es
un seudónimo de Sendero Luminoso y que hay que tratarlo como tal; y eso no
significa que tengamos que reprimirlos, sino cuidarnos de esa expresión.
Creo que fue un error no darle al Movadef el pase
respectivo para que se inscribiera ante el JNE, porque es mucho mejor tenerlos
en el redil de la formalidad que tenerlos, ahora, como quiere el señor Alfredo
Crespo, perseguidos, atenazados por el sistema, despreciados por la democracia
formal que es tan chiquita que ellos no caben allí.
En los años 60, una sociedad brutal derrotó a la
guerrilla, primero a Blanco, luego a Lucho de la Puente, al MIR y al APRA
rebelde. Nos ensañamos con esa gente, los enterramos y los baleamos antes, y
murió Javier Heraud y creíamos que habíamos vencido esa especie de cáncer
social que no era ningún cáncer, sino la expresión de un gran malestar. El
resultado fue que mientras eso sucedía, un oscuro profesor estaba creando en
Huamanga lo que sería la gran pesadilla. No nos vaya a pasar lo mismo…
La chica de 19 años que salió en Youtube atacándome,
¿no es acaso una chica convencida de que el Movadef es un movimiento justo?
¿Qué tengo que hacer? ¿Meterla presa porque opina que soy un agente del
imperialismo? No, no, yo debo discutir con ella.
Yo veo con mucho temor y escalofríos cómo se está
enfrentando ese asunto de la desafección juvenil respecto al sistema. Y la
pregunta es: ¿Y qué quieren? Humala prometió cambiar el país.
–Nuevamente cometemos errores porque no sabemos cómo llegar a la juventud,
no tenemos alternativas para ellos.
–La conclusión para mí es que en el Perú se construye
por enésima vez un foco violento, autodestructivo, gracias a esta política de
tomar distancia de todo aquello que resulte inaceptable, de condenar todo
aquello que resulte hereje y de considerar que todas las personas que están
lejos del sistema son enemigos irreconciliables. Yo pienso, modestamente, que
el gran enemigo del Perú es el sistema, el que no permite que el Perú sea el
país que esperamos: reconciliado, relativamente convocante.
Todos han sido al final decepciones de regímenes que,
pudiendo ser transformadores y constructores de una idea que pueda reunir a
todos los peruanos, al final resultaron excluyentes y terminaron, en toda esta
sucesión de decepciones encadenadas.
–¿Tú crees que van a indultar a Fujimori?
–Keiko ha dicho: “No le veo voluntad al presidente ni
a sus ministros”, pero se olvidó de mencionar a Nadine. Va a haber un canje;
estoy convencido de que es una posibilidad. Y después del viaje a Brasilia, es
una gran puerta, es un portón.
Escribe: Glatzer Tuesta