Horas después del ataque terrorista al aeródromo de Kiteni, que terminó con la destrucción de tres helicópteros de uso civil, el gerente general de Transportadora de Gas del Perú (TgP), Ricardo Raúl Ferreiro, fue convocado a una reunión urgente en la sede del Ministerio de de Energía y Minas (Minem), en San Borja.
Lo esperaban, además del titular del despacho, Jorge Merino, el primer ministro Juan Jiménez; y los ministros de Defensa, Pedro Cateriano, y del Interior, Wilfredo Pedraza. A ellos se sumó el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante José Cueto Aservi.
En el encuentro, los representantes del Ejecutivo le recordaron que luego del secuestro de 36 trabajadores de la empresa Skanska, TgP demandó al gobierno el retiro de las Fuerzas Armadas argumentando que su presencia "provocaban" las acciones de los terroristas.
Jiménez y los ministros Cateriano, Pedraza y Merino estaban incómodos con Ferreiro porque TgP había deslizado a la prensa que las Fuerzas Armadas habían dejado sin protección a Camisea.
Mientras tanto, las actividades en Kiteni, que involucran a unos 500 ingenieros, técnicos y trabajadores de TgP, Skanska, Coga y Construcciones Modulares, entre otras compañías, se han suspendido hasta que las Fuerzas Armadas terminen de desplegarse en la zona.
Escriben: Ángel Páez y Doris Aguirre. La Republica.
Lo esperaban, además del titular del despacho, Jorge Merino, el primer ministro Juan Jiménez; y los ministros de Defensa, Pedro Cateriano, y del Interior, Wilfredo Pedraza. A ellos se sumó el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante José Cueto Aservi.
En el encuentro, los representantes del Ejecutivo le recordaron que luego del secuestro de 36 trabajadores de la empresa Skanska, TgP demandó al gobierno el retiro de las Fuerzas Armadas argumentando que su presencia "provocaban" las acciones de los terroristas.
Jiménez y los ministros Cateriano, Pedraza y Merino estaban incómodos con Ferreiro porque TgP había deslizado a la prensa que las Fuerzas Armadas habían dejado sin protección a Camisea.
Mientras tanto, las actividades en Kiteni, que involucran a unos 500 ingenieros, técnicos y trabajadores de TgP, Skanska, Coga y Construcciones Modulares, entre otras compañías, se han suspendido hasta que las Fuerzas Armadas terminen de desplegarse en la zona.
Escriben: Ángel Páez y Doris Aguirre. La Republica.
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