(The Economist). La escalada de
violencia continúa en la Franja de Gaza, extendiéndose más allá con el episodio
más reciente en Tel Aviv. Un cohete disparado desde la Franja de Gaza ha caído
en una localidad próxima sin provocar víctimas, según ha informado el Ejército
israelí, que ha autorizado la posible incorporación de 30.000 reservistas para
participar en la operación.
Los medios de comunicación israelíes han informado de que
las sirenas de ataque aéreo han sonado en Tel Aviv por primera vez desde la
Guerra del Golfo de 1991.
El proyectil ha caído en Rishon
Lezion, una localidad de 200.000 habitantes y situada a unos 12 kilómetros al
sur de Tel Aviv, ha precisado el Ejército.
La respuesta israelí no se ha hecho esperar. Aviones de
guerra israelíes han bombardeado blancos dentro y alrededor de la Ciudad de
Gaza, sacudiendo los edificios altos.
Columnas de humo y polvo que se elevaban en un cielo
surcado por las estelas de los roquetes disparados desde la abarrotada ciudad,
donde se enterraba a cuatro niños pequeños asesinados el miércoles.
El ataque, se añade al perpetrado hace dos días con el
cohete lanzado por Hamas, que ha matado a tres israelíes al norte de la
Franja de Gaza, en respuesta a su vez a los 15 palestinos muertos, en lo supone
una escalada en un enfrentamiento militar que amenaza con provocar incidentes
mucho más graves.
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