Un análisis que fue publicado en la revista “Brain” sostiene algo que quizás todos intuíamos: que el cerebro de Albert Einstein era único.
El estudio indica que si bien el cerebro de Einstein no era mayor que el de
una persona normal, este estaba estructurado de forma diferente, señala un artículo publicado en “La Vanguardia”.
El premio Nobel tenía una corteza pre frontal muy desarrollada. Esta es la zona de la parte anterior
del cerebro que se encuentra sobre los ojos y donde se controla la concentración.
Además, otras dos zonas de la corteza, la corteza somato
sensorial primaria y la corteza motor estaban bastante desarrolladas en el
científico. Estas zonas controlan la información proveniente del sentido del
tacto y los movimientos voluntarios, respectivamente.
Este estudio analizó 14 fotografías del cerebro que fueron tomadas por el patólogo Thomas Harvey tras la
muerte de Einstein.
Harvey tomó las imágenes antes de seccionar 240 trozos
del cerebro y repartirlo entre diferentes organizaciones para su estudio.
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