Los niños y
adultos mayores son los más sensibles a las afecciones bronquiales que ocasiona
el uso de pirotécnicos y la quema de muñecos, sobre todo en Año Nuevo, ante el
incremento de material particulado o polvo que estos emanan e ingresa por las
vías respiratorias para acumularse en los pulmones.
El material
particulado –conocido como PM10 por presentar un diámetro de 10 micras– ingresa
al organismo y causa alergias, irritación en la garganta y en las fosas
nasales, además de agudizar cuadros de asma, señaló Elmer Quichiz, director
ejecutivo de Ecología y Protección Ambiental de la Dirección General de Salud
Ambiental (Digesa).
Si bien el
límite máximo permisible es de 150 microgramos de PM10 por metro cúbico de
aire, en estas celebraciones este valor se multiplica llegando hasta los 700
microgramos, como ocurrió en 2011 en Comas, precisó.
Ante esta
situación, Quichiz instó a los municipios que mejoren la fiscalización sobre el
uso de pirotécnicos y adviertan a la población que no se expongan a sufrir las
consecuencias.
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